Guatemala, enero 2016.- El seis de enero en el Templo Don Bosco, santuario de María Auxiliadora, el P. Ángel Prado SDB, realizó su profesión de fe como nuevo inspector de Centroamérica para el sexenio 2017-2023.
La celebración eucarística fue presidida por el P. Timothy Ploch, consejero para la región Interamérica. Concelebraron alrededor de cincuenta sacerdotes salesianos de diferentes casas de dentro y fuera de Guatemala. También asistieron los formandos del Filosofado y del centro Teológico salesiano.
Después de proclamar el evangelio el P. Timothy leyó la carta en la que Don Ángel Fernández Artime, rector mayor para los salesianos, le pide al P. Ángel Prado que acepte el cargo de inspector así como una breve descripción de sus responsabilidades.
Luego de esto el P. Ángel prosiguió a su profesión de fe y después a la firma del documento que lo acredita como inspector, acto seguido sus hermanos se acercaron para darle la bienvenida con un abrazo.
En la homilía el P. Ploch dijo “Debes ser padre, maestro y guía espiritual para la inspectoría. Ahora que inicia este servicio lo haces con la bendición de Dios. En mi caminar pobre de regional me comprometo a acompañarte. Déjate acompañar, también, por María Auxiliadora, como Don Bosco, verá que ella lo hará todo”.
Al finalizar la misa el P. Ángel dirigió unas palabras a sus hermanos salesianos:
"Mi primer pensamiento fue decir que no, pero pensé en las excusas de Moisés y recordé las palabras de María: “Hágase en mí según tu palabra”. Y es que a Dios no se le puede decir que no.
Siguen siendo muchos mis temores porque es una responsabilidad más grande que yo y tengo miedo de no responder. Pero confío en Dios y en las personas que han prometido su oración.
Confío en el consejo y espero la colaboración fraterna de mis hermanos porque la Inspectoría es de todos.
Durante este sexenio quiero dedicarme principalmente al cuidado cercano de los hermanos y comunidades, cuidar la vida y formación de los hermanos tan indispensable para asegurar la fidelidad. Cuidar a los destinatarios que Dios nos ha confiado. Desarrollar y proponer proyectos de formación para laicos para asegurar su implicación efectiva en la misión y cuidar de la familia salesiana. Ninguna de estas tareas será fácil pero me dedicaré con todas mis fuerzas a ellas”.
Finalmente para celebrar los salesianos compartieron un almuerzo en el salón parroquial.
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