Guatemala, octubre 2016.- En estas cinco palabras se resume la legendaria obra que ha hecho este gran santo en el mundo, desde Turín con unos cuantos jóvenes hasta América; con más de 100 centros salesianos en el mundo, infinidad de jóvenes que laten y caminan hacia Jesús mediante el carisma que Don Bosco mostró al mundo. Vivir en alegría para alcanzar la santidad.
Descubrir y vivir esta gran verdad, que parece tan sencilla pero a la misma vez tan fuerte; un grupo de salesianos no pudo contener todo esto y quiso mostrarlo de una forma muy peculiar, con algo que, sin duda, muestra de una forma clara esta alegría de la cual habla Don Bosco. Donde busca que los jóvenes se sientan atraídos por el amor de Jesús experimentado en diferentes actividades. Siendo este caso particular el teatro; pero, ¿Cómo podemos encontrar a Jesús tras un telón de teatro? Sencillo como dijo Don Bosco: “Canta, baila, juega pero no ofendas a Dios”, Mientras actuamos, bailamos y disfrutamos en nuestro corazón y mente no tiene cavidad del mal y más aún si lo que hacemos viene en pro de un bien común; siendo en este caso; un sueño, un musical, una historia de amor.
Don Bosco, el musical; es un sueño hecho realidad con la iniciativa de hermanos salesianos que vinieron a inyectar a más jóvenes con este sueño, en ese entonces una ilusión. Con la coordinación de cuatro personas y varios jóvenes de diversas edades movidos con el carisma salesiano, se inician los ensayos en un período aproximado de ocho meses en donde ocupaban entre ocho a doce horas a la semana para perfeccionar ese talento que llevan dentro.
Cada uno de los participantes junto a todo el equipo, dio todo de sí para que esto fuera una realidad, realidad que muchos espectadores pudieron apreciar el pasado 25 de septiembre en las instalaciones del Teatro Abril, con invitados especiales como Monseñor Oscar Julio Vian, esta función fue todo un éxito; donde La alegría de cada espectador se hacía notar en sus rostros, en las palmas que adornaban la musicalización y que finalmente estallaron en la conclusión del acto, con el público de pie, aplausos, chiflidos, voces de bravo, felicidades y más gritos de júbilo. Era realmente una ¡Fiesta Salesiana!, con el corazón ensanchado de emoción porque el trabajo y esfuerzo pudieron representar a Don Bosco y sus miles de sueños que todos se identifican y luchan para que se hagan realidad.
Con fecha para otra función, por cierto ya agotada en entradas, se espera (confiamos en la Divina Providencia que así será) que existan más fechas para que esta forma de predicación, se expanda y crezca en los corazones esa alegría de vivir en santidad, esa alegría de confiar en Dios y esa alegría de ser un hijo de Dios. Felicitamos a todas las personas que hicieron posible este sueño y motivamos a que continúen luchando por sus sueños, también a ti que probablemente no participaste en el elenco pero eres parte del sueño de Don Bosco y de nuestro Señor Jesucristo. Luchemos por aquello que inquieta nuestro corazón, vivamos cada día al máximo para que lo que hagamos hoy sea un escalón es nuestra vida para el mañana.
