P. Darío Herrera, salesiano Por entre las cabezas de la gente que abarrotaba la cripta mortuoria de la Iglesia Don Rúa se podía  ver a una niña acólita que lloraba calladamente. Ella estaba cerca del ataúd que contenía los restos mortales del P. Darío Herrera.

El obispo salesiano, Elías Bolaños, dirigía las últimas oraciones antes de que el ataúd fuera depositado en el espacio preparado en la pared. No podíamos ni movernos por lo apretujados que estábamos. El llanto silencioso de la niña fue el gesto más exquisito de todos los homenajes tributados al P. Darío.
Hacía poco que habíaconcluido una impresionante misa exequial en la espaciosa iglesia de María Auxiliadora. Cuarenta sacerdotes alrededor del altar. Una multitud de monaguillos y monaguillas, ágiles y entrenados, cumplían con precisión sus diversos servicios. El coro guiaba con maestría los solemnes cantos piadosos.

 

No es fácil llenar esa inmensa iglesia. El P. Darío lo logró. La noticia de su muerte se difundió por Facebook, correo electrónico, teléfono y de boca en boca. El Tío Dary, como se le conocía, poseía el arte de hacerse querer. Por eso es que acudieron en masa sus amigos, niños, jóvenes y adultos, mujeres y hombres por igual.

Internet se había convertido desde hacía días en un gran despliegue de mensajes de los jóvenes que invitaban a orar por el Tío Dary. Se proponían rescatarlo de la muerte amenazante. Otro fue el destino. Pero no hubo rebelión. La gente aceptó con serenidad el hecho consumado como el paso final al descanso definitivo después de una tenaz lucha contra la enfermedad.

Roberto Carlos añoraba con tener un millón de amigos. El tío Dary talvez no los contabilizó. Pero probablemente anduvo cerca de esa cifra.

El P. Darío Herrera nació en Armenia, El Salvador el año 1933. Ingresó por primera vez a la casa salesiana de Ayagualo en 1945. Hizo su profesión religiosa salesiana en 1951. Estudió teología en Turín, Italia, obteniendo el doctorado. Fue ordenado sacerdote en Turín el año 1961. Su actividad pastoral la desarrolló casi toda en El Salvador, con breves períodos en Guatemala. Obtuvo también la licenciatura en psicología en la Universidad Centro Americana, de El Salvador.

Murió en San Salvador el 24 de junio de 2010, a los 77 años de edad.

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