tm2 ver Los jóvenes nos esperan en la “casa de la vida”

Las expectativas de los jóvenes son cada vez más apremiantes y dramáticas si los miramos con una mirada vasta.

Seguramente podemos decir que la población de jóvenes en el mundo nunca ha sido tan grande como lo es hoy, y en proporción nunca ha sido tan “pobre y necesitada” como lo es hoy, por el número y quizás incluso por las condiciones de vida.

Se trata, nada menos, que de la porción más delicada y preciosa de la sociedad, como la definió Don Bosco. Por lo tanto, es un campo muy amplio para la Familia Salesiana en el que debemos ayudarnos a mirar juntos.

Creo que existe el riesgo en varios ‘barrios salesianos’ de permanecer fácilmente “dentro de las paredes”, contentos con los que entran por nuestras puertas.

Es el grito de los jóvenes que nos invita a salir al encuentro de los problemas “reales” que tienen ellos: dar sentido a sus vidas, la falta de oportunidades, la formación, la inserción laboral...

 



tm2 alt Educarnos y educar a nuestros jóvenes en la ciudadanía y en el compromiso social

Hay una justicia y una ciudadanía de la que los jóvenes se están convirtiendo en profetas, que va más allá de la de los Estados a los que pertenecen. Hay más justicia que la que expresan los sistemas jurídicos nacionales y nuestros gobiernos. Hay una ciudadanía del mundo, un hogar común y del futuro, que sin duda pertenece más a las nuevas generaciones que a la nuestra.

Debemos educarnos en la valentía de esta exigente visión de la justicia (Laudato Si, Evangelii Gaudium...) que apunta al desarrollo sostenible (los “Objetivos de Desarrollo Sostenible” de las Naciones Unidas, el Pacto Mundial de las Naciones Unidas, en particular el reciente sobre las migraciones, que algunas naciones, vergonzosamente, no han firmado).

Y también para hacerse oír en contra de visiones miopes y centradas en intereses más estrechos de la categoría, sobre todo la sensibilidad ecológica de los más jóvenes y la cerrazón de algunos gobiernos sobre estos temas.

Hoy hacen falta líderes creíbles en el mundo, y esto también nos cuestiona sobre los procesos educativos que desarrollamos en nuestras presencias.


 

tm2 alt2 Educarnos y educar a nuestros jóvenes en el compromiso y en el servicio político

En este punto, hay mucho terreno que recuperar ya sea como Iglesia, como Congregación Salesiana y como Familia Salesiana. A pesar de que es una llamada que se repite de forma más o menos fuerte en todos los documentos, de hecho la “Doctrina Social de la Iglesia”, que es como la carta magna de este compromiso, es un poco la cenicienta de la acción educativa y pastoral.

Los jóvenes de nuestras presencias y también jóvenes religiosos y religiosas de nuestra Familia Salesiana se preguntan si el objetivo final de nuestras obras debe ser solo la “producción” de graduados con las mejores calificaciones para una sociedad muy competitiva, sin cuestionar el modelo socioeconómico que se encuentra a la base de todo este planteamiento.

Es también el punto en el que la diversidad del enfoque de Don Bosco se hará sentir siempre con mayor fuerza, justamente para ser fieles a su espíritu hoy debemos usar expresiones casi opuestas a las suyas. El “Padre Nuestro” nos pide que enseñemos a los jóvenes, no solo como individuos, sino como grupo, a ser protagonistas del bien común, incluso en el campo explícitamente administrativo y político.

Se debe entender bien lo que queremos decir por servicio político y cómo un cristiano no puede echarse atrás.
Será una larga batalla, sobre todo con quienes de nosotros somos consagrados y consagradas, ya que no hemos crecido con esta mentalidad, pero se trata de un grito del mundo y de los jóvenes de hoy.

Una luz es la realidad del Voluntariado, como camino gradual y pedagógico para un mayor compromiso con la transformación de la sociedad.



tm2 alt3 Educarnos a nosotros mismos y educar a nuestros jóvenes con honestidad y manteniéndonos libres de la corrupción

Es verdaderamente grande el potencial que tiene la Familia Salesiana en este campo sobre todo con la presencia de los Salesianos Cooperadores y los Exalumnos presentes en el mundo, y presentes en la política y en los sectores de mayor influencia.

Es un fuerte llamado a nuestra coherencia interna. Especialmente en nuestra relación entre consagrados y laicos.
Será una oportunidad para dar pasos y para crear o hacer más visible una cultura de ética social.


 

tm3 ver Sensibles y corresponsables en un mundo en movimiento y migración

Los jóvenes migrantes fueron los primeros destinatarios del Oratorio de Don Bosco.

La mayor parte de la migración de los pueblos nunca fue tan grande a lo largo de la historia como ahora y está formada mayoritariamente por jóvenes. ¿No es una llamada directa a la Familia Salesiana que es la más ampliamente presente en todos los continentes? ¿No deberíamos nosotros llegar a ser especialistas en este campo (invirtiendo en “formación superior”, como se hace con la tecnología o la filosofía)?

Si no somos nosotros los que 'creamos cultura’ en este frente de la vida humana que se expandirá más y más en el futuro, ¿quién realizará esta tarea? ¿Quién en la Iglesia debería ser profético en esta situación? ¿Quizás los cartujos?

Me parece que no es una locura pensar en nuestro Movimiento Juvenil Salesiano como un movimiento de jóvenes en movimiento.


 

tm3 alt Cuidar la casa común como nos piden los jóvenes (Laudato Si’,13)

El compromiso con la casa común (visión de la ecología propuesta por Laudato Si’) no es un compromiso extra: es un horizonte que cuestiona toda nuestra cultura, nuestra fe, nuestro estilo de vida, nuestra misión... la educación y la evangelización.

No hay mucho que inventar porque en esto (tanto la ecología como los derechos de los menores) tienen la dirección que debemos seguir y que se encuentra claramente trazada por el Magisterio de la Iglesia desde hace algún tiempo. Esta idea la ha desarrollado con mayor fuerza el Papa Francisco y me pregunto ¿cómo dejarnos convertir?
La ecología integral nos habla también de una propuesta educativa integral tanto en sus valores humanos y como en los valores espirituales.


 

tm3 alt2 En la defensa de los derechos humanos y especialmente de los derechos de los menores

Si para algo hemos sido suscitados por el Espíritu Santo en Don Bosco como Familia Salesiana es para donar toda nuestra vida a los menores y a los jóvenes, a los muchachos y a las muchachas del mundo, dando prioridad a los más indefensos, a los más necesitados, a los más frágiles, a los más pobres.

Por ello, debemos ser expertos en la defensa de todos los derechos humanos, especialmente cuando se refiere a los derechos de los menores, y pedir perdón con lágrimas si es el caso y cuando no lo hemos hecho de esta manera. No podemos ser cómplices de ningún abuso, en la gran extensión de este término: Abuso “de poder, abuso económico, abuso de conciencia, abuso sexual”, tal como se define en el último sínodo sobre “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional.


 

tm3 alt3 Con el auxilio de nuestra Madre

La presencia de María en la sistema educativo de Don Bosco es de una importancia fundamental que no podemos soslayar.

Don Bosco la presentó a sus muchachos como Inmaculada, como la mujer plena en su sencillez y docilidad, porque vive con gozo el proyecto que Dios tiene con ella. La presentó como Auxiliadora, como madre amorosa, preocupada para que todos sus hijos e hijas logren vivir plenamente el sueño que Dios tiene sobre cada uno.

En la perspectiva de una educación que ayude a los muchachos, muchachas y jóvenes, y a todos nosotros como educadores y evangelizadores de la Familia Salesiana, la presencia de María tiene una dimensión no solo devocional, sino “política”: es la Madre que auxilia a sus hijos e hijas a vivir de modo pleno su compromiso con Dios y con el mundo creado, nuestra «política del padrenuestro».

 

 

Compartir