casulla Papa Panamá, febrero 2019.- Yadira Jiménez tiene 19 años de trabajar con los salesianos como sacristana del Templo María Auxiliadora. Conoció a Don Bosco en su pueblo: Los Santos.

Le llamó mucho la atención la figura del santo e hizo lo posible porque su hermano estudiara con los salesianos, así los conoció y se quedó con ellos.

Pertenecía a Cursillos de Cristiandad y una vez vio en el periódico que buscaban personas para conformar la comisión arquidiocesana de liturgia. Se ofreció para trabajar, en su tiempo libre, en dicha comisión desde 1993.

“Nosotros somos los encargados de organizar la parte litúrgica en toda celebración. Me encargo directamente de la parte de la sacristía y de la decoración”, explicó Yadira.

En 2016 conoció al Papa Francisco de cerca, cuando fue parte de la comitiva que entregó la memoria de los 500 años de la Iglesia en Panamá. Fue una de los siete laicos elegidos para entregar ese libro al Papa.

“Cuando vi al santo Padre, solo le dije: “Mucho gusto, soy sacristana en Panamá”. Él me contestó: “¿Sabe lo que hacen los sacristanes? Se toman el vino”. Nos reímos mucho.

Aunque la comisión de liturgia le absorbe mucho tiempo nunca ha descuidado sus labores en el Técnico Don Bosco. “Cada vez que necesito algo, los salesianos son mi apoyo y el obispo lo sabe”. Yadira tiene un equipo de apoyo conformado por padres de familia y amigos de la obra salesiana.

casulla Cuando se supo que la JMJ sería en Panamá y que alguien debía hacerse cargo de los ornamento del Papa, designaron a Yadira. Eso incluía preparar los ornamentos del obispo, de la conferencia episcopal, las estolas y casullas de los sacerdotes.

Yadira se encargó de los ornamentos de la misa de apertura, y la misa en catedral y los ornamentos de todas las celebraciones del Papa.

Para la misa de apertura tuvo a su cargo de la elaboración de 40 casullas y 40 estolas. Para la JMJ se elaboraron 800 casullas. Ella fue la encargada de que los diseños fueran típicos de la cultura panameña, lo cual implicó viajes al interior del país, compra de materiales así como la búsqueda de artesanos para la cuidadosa elaboración de las vestimentas.

En uno de los salones del Instituto se guardó con sumo cuidado y sigilo. “Yo rescaté todo lo usado por el Santo Padre, hasta el vaso con agua y la toallita con que se secó, todo lo tengo aquí en el Técnico Don Bosco”.

Para la misa de envío, Yadira preparó un equipo de al menos 200 personas, quienes ayudaron con las flores y la decoración.

Compartir