venecia La ideología de género es una teoría filosófica del siglo pasado que propone suprimir los sexos sustituyéndolos por los géneros. Según esta teoría, cada persona elige el género que desea tener; y puede elegir ser hombre, mujer, homosexual, lesbiana, bisexual, transexual... Incluso se puede variar de género según apetezca.

La ideología de género se divulga mucho debido a una enorme presión de grupos interesados en imponerla. La ideología de género tiene un poquito de verdad, pues hay gente que decide ser homosexual, lesbiana, etc. Pero la teoría es muy falsa, como salta a la vista del sentido común.

Es falsa la ideología de género porque confunde la conducta sexual con el sexo. Es cierto que puede elegirse una conducta sexual más o menos correcta. Pero es falso que pueda elegirse el sexo.

Un hombre que decide comportarse sexualmente como mujer, no se convierte en mujer, sino que pasa a ser un hombre homosexual. Una mujer que se comporta sexualmente como hombre, no pasa a ser hombre, sino que es una mujer lesbiana.

Incluso un hombre que se opera y cambia el aparato reproductor, no pasa a ser mujer, sino que es un hombre transexual.

Externamente el sexo se aprecia en los genitales. Pero en realidad, abarca toda la persona, principalmente el cerebro.

Sexo, inclinación sexual y conducta sexual son cosas diferentes. Un hombre puede ser por naturaleza de sexo varón; pero puede inclinarse hacia la homosexualidad; y su conducta puede ser bisexual. Naturalmente, estas variaciones producen desequilibrios. En una persona madura y equilibrada, sexo, inclinación sexual y conducta van en la misma dirección.

No se puede elegir sexo. Puedes elegir una conducta sexual correcta o no. Pero el sexo no puede elegirse. Es cierto que las acciones sexuales influyen mucho y arraigan en las personas, pero su sexo no cambia.

Parece que se puede elegir inclinación sexual. Pero no es tan fácil, pues el sexo propio lleva incluida la inclinación correspondiente, de modo que cambiarla es traumático en el proceso y en el resultado. Hacer el cambio al revés da un resultado estupendo pero el proceso también es costoso; por ejemplo, un homosexual puede volver a tener inclinación sexual de varón, pero no lo consigue sólo por decidirlo, sino que ha de ir suprimiendo al niño autocompasivo que lleva dentro.

Parece que se puede elegir conducta sexual, pero tampoco es fácil. El sexo propio incluye una inclinación que invita a un comportamiento sexual correcto. Desviarse de este camino incluye una ruptura del equilibrio interior, que deja una huella en la persona. Mirándolo al revés se ve más claro: la persona que lleva una conducta sexual desordenada, puede decidir cambiarla pero esta decisión no basta. Tendrá que superar las adicciones que esos malos hábitos han originado, y construir de nuevo una personalidad equilibrada.

La ideología de género es un gran error. Llama al sexo género y dice que todo puede elegirse. Esto es muy falso. En realidad, la inclinación y la conducta sexual no se cambian fácilmente, aunque uno lo decida. Y desde luego, el sexo no se altera porque va unido a la persona. El sexo no es separable de la naturaleza humana. El ser humano siempre es varón o mujer. No existen seres humanos sin sexo. El sexo no es un ropaje exterior a la humanidad, sino que la naturaleza humana incluye el sexo correspondiente.

Tomado de http://www.ideasrapidas.org/genero.htm

 

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