Hace que los niños se sientan heridos, asustados, enfermos, solitarios, confundidos, tristes.

El agresor puede golpear, patear, empujar, hacer daño con palabras u otras molestias. Puede decirle a alguien palabras desagradables, arrebatarle sus cosas, burlarse de él o alejarlo de un grupo.

También puede amenazar a alguien u obligarlo a hacer cosas que el otro no quiere hacer.

El bullying es un gran problema que afecta a muchos niños. Ser objeto de abuso hace que los niños se sientan mal y hasta se enfermen por el estrés que sufren. Puede que no quieran salir de casa o ir a la escuela. Les resulta difícil concentrarse en el estudio.

El bullying afecta a todos, no solo a la víctima. Puede convertir la escuela en un lugar intimidante o provocar violencia.

¿Porqué los agresores actúan de ese modo?
Un niño abusador busca atraer la atención de los demás. Piensan que ser abusivo es una manera de ser popular o de lograr lo que quieren. Muchos de ellos intentan así sentirse importantes, fuertes, poderosos.

Algunos provienen de familias en las que abunda los gritos y enojos. Creen que ser enojados, poner apodos, empujar a los demás es la forma normal de comportarse. Otros imitan lo que ven en otros abusadores. Hay quienes han sido a su vez abusados.

Algunas veces el abusador sabe que lo que hace o dice hiere a los demás. Pero otros no se dan cuenta lo dañino que sus actos pueden ser. No entiende o no se preocupan de los sentimientos de los demás.

El abusador con frecuencia ataca a alguien sobre quien creen tener poder: niños que se asustan fácilmente o que no saben defenderse por sí mismos. A veces atacan a alguien que es más listo que él o diferente de algún modo. Algunas veces el atacante actúa porque sí, sin ningún motivo.