El Instituto Técnico Obrero Empresarial ITOE es un centro educativo salesiano que combina la educación desde preescolar hasta bachillerato y la educación técnica empresarial.

Forma parte de un conjunto mayor, el Polígono Don Bosco. Su fundador y animador es el padre José Moratalla, más conocido como el padre Pepe. Está asentado en la periferia de San Salvador, en un área que primero era basurero municipal y que ahora es un exquisito lugar verde con instalaciones de primera calidad. Los niños y jóvenes estudiantes residen en zonas de alta incidencia pandilleril. Cuenta con una orquesta sinfónica con 250 integrantes y un coro con 300 miembros. Índice de su alta calidad es la exitosa gira musical en Washington de ambos grupos que dieron un concierto en el Kennedy Center, entre otros. La integración de la música en el proyecto educativo ha resultado ser un factor decisivo en el proceso de humanización de esos jóvenes músicos.


 

IMG 7180 Bryan Eduardo Mundo Medrano

17 años.

Tercer año industrial en el ITOE. Toca el violín en la orquesta desde hace nueve meses.

Vine a primer año de bachillerato. Estudiaba en una escuela católica. Vivo solo con mis bisabuelos y mi mamá. Siempre que vengo aquí, me siento alegre. Tengo tres hermanos. Mi mamá nos tuvo muy joven y ella ha pasado la vida trabajando. Como no tuvo apoyo de sus papás, nos dejó con mis bisabuelos. No esperábamos mucho de ella porque se iba de madrugada y regresaba de madrugada. Mi mamá nos daba 25 centavos a la semana para la escuela. Los maestros de la escuela me dijeron que yo no iba a lograr nada, porque el ITOE era muy difícil. Pero me ha ido bien.

Aquí estudio doce horas; antes solo estudiaba cinco. Si mi mamá se esforzó tanto por mí, yo lo puedo hacer también. En el primer año me integré al baile folclórico. Como toco guitarra, colaboré como instructor. En la orquesta me atrajo el violín porque es más expresivo y me pareció un reto. Comencé a sentir un gran amor por la música. Solo escucho música clásica o religiosa. Me encanta Beethoven. Cuando niño, tuve experiencias deprimentes en la calle. Era violento y me comparaban con mi papá. En el ITOE he sido afortunado. Quiero seguir estudiando en la universidad. No pienso dejar la música. Ahora soy mejor.


 

IMG 7193 Diana Marisela Lara Tobar

18 años.
Tercer año de bachillerato comercial. Cinco años en la orquesta. Toca la viola.

 

Antes de llegar al ITOE estudié en la escuela María Auxiliadora. En mi barrio el ambiente es duro. En el primer año la música me cambió. Exige dedicación y no cualquiera toca un instrumento. Una partitura puede parecer aburrida como las matemáticas. Si alguien siente atracción por la música, puede dominarla con dedicación. La música me ha dado orden y paz. Me ayuda a relajarme en el ambiente tenso de mi barrio. Un primo me ayudó a comprar un instrumento para ensayar en mi casa los fines de semana.

La música es una forma de alejar a los jóvenes que están en ambientes nocivos, porque la música es sana y abre oportunidades. Sueño con vivir en otro país y dedicarme a la música. Me gusta la música clásica. Es una pena que a los muchachos solo les guste reggaetón. Quiero estudiar administración de empresas en la universidad y cultivar más la música.


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César Eduardo Carías Orantes

19 años.
Me gradué en el ITOE en mecánica general. Soy instructor de carpintería. Canto como tenor en el coro desde hace cinco años. Toco guitarra, bajo y piano. Desde que entré al ITOE me integré a la orquesta. Aprendí la música tocando en las misas. Eso me animó a aprender piano. Aprendía rápido. La disciplina musical ha puesto orden en mi vida. La música es tiempos y eso lo aplico a todo: tengo un tiempo exacto para cada cosa.

 

He avanzado mucho, ahora soy solista. Yo vine a este lugar porque mi familia pensó que me iba a perder. Mis notas eran muy bajas. Al venir aquí subí notoriamente mis calificaciones. La Virgen me trajo aquí para ser alguien mejor. Me gusta mucho la música clásica y el rock. En este país hay delincuencia por falta de oportunidades. Yo no tengo tiempo libre. Mientras más ocupado estoy, más productivo me vuelvo. Ni siquiera veo televisión. Quiero cantar toda mi vida.


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Jonathan Rigoberto Escamilla Carbajal.

19 años.
Estudia tercer año de bachillerato industrial. Es tenor en el coro.
Entré al ITOE en noveno grado y llevo tres años cantando como tenor. Vivo con mis tíos y mis primos. Tengo hermanos, pero no sé nada de ellos. Antes estudiaba en un colegio laico. Estudiaba muy poco, no como aquí que estudiamos todo el día. Cuando mis tíos solicitaron mi inscripción en el ITOE, no fui aceptado, pues el informe del colegio anterior refería que yo era indisciplinado y causaba desórdenes. Pero insistí y me aceptaron. Comencé mi dedicación a la música cantando en misa. Después comencé clases de piano; la maestra dejó el colegio, y seguí en coro. Cuando el ITOE comenzó a preparar una gira de la orquesta en Estados Unidos, abrió el proceso de audiciones para seleccionar a los participantes. Esa oportunidad me motivó a disciplinar mi vida. Un compañero y yo comenzamos a cantar y terminamos formando un duo reconocido.

ITOE es un rinconcito que tiene de todo. Antes me costaba expresarme; con la música me he soltado. Cuando canto solo, desaparece todo lo malo. La orquesta y el coro me han subido de nivel. Nunca había imaginado estar en algo así. La gira en Washington fue inolvidable.

Quiero más para mi vida. Quiero cantar para siempre. Quiero ir a la universidad y estudiar canto. El regueton me produce dolor de oídos. En mi casa escucho a todo volumen a Pavarotti y Plácido Domingo. Esa música me llena. La música podría hacer que tanta violencia termine.
Decía Don Bosco que el ocio nos predispone al pecado. El arte nos ayuda a descubrir nuestros talentos y a apartarnos de las cosas malas. Vivía con mi abuela porque mis papás nunca se responsabilizaron de mí.

Desde los siete años andaba por las calles. Tengo primos muertos, presos o sin nada que hacer porque no tienen trabajo y están llenos de hijos. La música me ha cambiado. Soy una persona diferente. Se me han abierto oportunidades. ITOE ha sido el ambiente en el que merecemos vivir.


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