Enséñanos a contemplarte en la belleza del universo. Te alabamos,
Padre, con todas tus criaturas,
que salieron de tu mano poderosa.

Son tuyas y están llenas
de tu presencia y de tu ternura.
Alabado seas.

Hijo de Dios, Jesús, por ti fueron creadas todas las cosas.


Te formaste en el seno materno
de María,
te hiciste parte de esta tierra,
y miraste este mundo con ojos
humanos.

Hoy estás vivo en cada criatura
con tu gloria de resucitado.
Alabado seas.

Espíritu Santo, que con tu luz
orientas este mundo hacia el amor
del Padre y acompañas el gemido de la creación.
Tú vives también en nuestros
corazones para impulsarnos al bien.

Alabado seas.
Señor uno y trino,
comunidad preciosa de amor infinito, enséñanos a contemplarte
en la belleza del universo, donde todo nos habla de Ti.

Despierta nuestra alabanza y nuestra gratitud por cada ser que has creado.
Danos la gracia de sentirnos
íntimamente unidos
con todo lo que existe.

Dios de amor,
muéstranos nuestro lugar en este mundo como instrumentos
de tu cariño
por todos los seres de esta tierra,
porque ninguno de ellos
está olvidado ante ti.

Ilumina a los dueños
del poder y del dinero
para que se guarden del pecado
de la indiferencia,
amen el bien común, promuevan
a los débiles, y cuiden este mundo
que habitamos.

Los pobres y la tierra están clamando:
Señor, tómanos a nosotros
con tu poder y tu luz,
para proteger toda vida,
para preparar
un futuro mejor,
para que venga tu reino de justicia, de paz,
de amor y de belleza.

Alabado seas. Amén.

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