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La Jornada Mundial por los Refugiados no es una simple fecha a recordar, toca una de las realidades mas críticas que afronta la humanidad. Según cifras de la ONU “actualmente hay más de 22 millones de refugiados en el mundo, de los cuales la mayor parte son mujeres y niños, que han tenido que huir de sus países por la intolerancia y la violencia”. ¿Cómo responde la Congregación Salesiana a esta realidad?

Esta realidad ha sido parte de la misión de la congregación, que desde sus orígenes, Don Bosco dedicó especial atención, en especial a los jóvenes emigrantes venidos de fuera de Turín. Don Bosco no solo los acogió y educó, sino que salió en su búsqueda recorriendo las calles, talleres y edificios en construcción de la ciudad.

En el 2014, la celebración de la jornada de los refugiados en el mundo encuentra a la congregación salesiana y a sus colaboradores trabajando de manera significativa entre los emigrantes y desplazados en muchos países, especialmente en el tercer mundo. La ONU considera fundamental: “la protección de los refugiados y, ayudar para que estos vuelvan a reiniciar sus vidas y tornen a sus países de origen y acompañarlos para que se integren en los países donde han sido recibidos”. Algunos ejemplos de iniciativas concretas en estos ámbitos son:

En la Protección de los refugiados, Kakuma-Kenia es un caso emblemático; la Congregación salesiana es la única institución que esta “dentro” de este campo acompañando los refugiados y ofreciendo asistencia en la salud, educación y promoción social, especialmente entre los jóvenes; cuenta con una parroquia, una escuela y un Oratorio.

En la búsqueda de soluciones duraderas para que los refugiados vuelvan a iniciar sus vidas en un ambiente normal, se encuentran comprometidas las Procuras Misioneras y voluntarios que junto a los salesianos, trabajan por reintegrar familias jóvenes desplazadas, rescatándolas de situaciones límite de exclusión social y esclavitud. Entre otras, en Nueva Delhi, los Círculos juveniles, iniciativas de rescate de jóvenes en situaciones infrahumanas de trabajo a través de la capacitación laboral y el juego. Además, los Salesianos acogen familias desplazadas por la violencia en Siria y Bangui, entre otros lugares.

Radicarse en otro país e integrarse en nuevas realidades sociales es una cuestión difícil para los refugiados. Los salesianos de Italia, Alemania, Austria y España –entre otros– trabajan a través de múltiples iniciativas impulsadas en las obras educativas y en nuevas estructuras creadas especialmente para estos servicios.


Son muchas las iniciativas que los salesianos en el mundo desarrollan en pro de una población vulnerada y que, por la guerra, sigue en aumento; según datos de Misiones Salesianas, dicha población hoy asciende a más de 400. 000 refugiados.

ANS

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