diacono ¿Qué es un diácono? La pregunta venía de un muchacho del Centro Juvenil Salesiano del Teologado de Guatemala. Quería saber en qué etapa de mi formación me encontraba. Cuando le dije que pronto sería ordenado diácono, en su rostro se dibujó una enorme interrogación. Respiré hondo tratando de ponerle en palabras sencillas el ministerio diaconal.

El diácono es, junto con el sacerdote y el obispo, un servidor de la comunidad cristiana. Ayuda al sacerdote, no lo sustituye. Colabora con los laicos, no los hace a un lado. El diácono es un anunciador de la buena noticia de la salvación proclamada por Jesús.


El obispo impone las manos sobre el candidato al diaconado, quien pasa así a integrarse en el grupo de servidores de la iglesia (obispos, sacerdotes, diáconos). Deja de ser laico y pasa a ser clérigo.

Al diácono le corresponde la proclamación de la Palabra, la administración de los sacramentos del bautismo y matrimonio. Debe dedicarse también a tareas de caridad hacia los más necesitados.

La mayoría de los diáconos optan por ser sacerdotes. Otros permanecen definitivamente como diáconos. Algunos hombres casados son admitidos por el obispo como diáconos.

No estoy seguro si mi amigo captó todo mi discurso teológico. Pero, al menos, descubrió que hay un servicio en la iglesia que hasta entonces desconocía.
* (seminarista salesiano, estudiante de tercer año de teología)

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