El segundo salesiano centroamericano fue un nicaragüense. Se trata de Adolfo Zambrano Delgadillo, que nació en Masaya, fue bautizado en la Parroquia de la Asunción de la misma ciudad, aunque probablemente el origen de su familia por el lado del papá está en Niquinohomo, y el  de su mamá en Nandaime. De todos modos, Doña Leandra Delgadillo de Zambrano, seguramente ya viuda, vivía en Granada con su hijo Adolfo, en una propiedad suya (casa y solar), situada en el ángulo suroeste del actual convento de las monjitas clarisas, que antes fue la escuela Padre Misieri primitiva.

Doña Elena Arellano, que mandaba a España o a Italia jóvenes con vocación eclesiástica o con deseos de superación técnica, mandó también a Adolfo a Barcelona a estudiar para sacerdote y hacerse salesiano. El joven estuvo dos años en Sarriá, suburbio entonces de Barcelona (hoy es un barrio de ella), estudiando latín. Había ingresado allí el 14 de octubre de 1897. Empezó el noviciado el 27 de septiembre de 1899 a los 19 años cumplidos, en la pequeña ciudad de San Vicents dels Horts, cerca de Barcelona. Seguramente por motivos de salud (era débil para el clima) sus votos religiosos se retrasaron un poco, pero, como se agravara, fue admitido a su profesión religiosa y emitió sus votos en el lecho mortuorio. El 4 de diciembre de 1900 se durmió en los brazos del Señor. Tenía 20 años.

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