Debemos estar orgullosos de nuestra vocación salesiana; conocer cada vez más a Don Bosco y, sobre todo, vivir y comunicar con entusiasmo su Espíritu y la misión salesiana.
Como signo de gratitud por el don de la vocación salesiana recibido, nos comprometemos a hacerla conocer a todos, sobre todo a los jóvenes.
Hablaremos de ella, cada vez que sea posible, a nuestros colaboradores y a los amigos que entran en contacto con nosotros.
Nuestra vida, nuestro entusiasmo, nuestra fidelidad manifestarán plenamente que creemos en la belleza y en el valor de la vocación que hemos recibido.
Creemos en su actualidad y la vivimos intensamente para responder con alegría a las necesidades y a las expectativas de los jóvenes y de la sociedad de hoy