Celebración eucarística bajo la lluvia en el Centro Don Bosco (Carchá). Los latinos decían: Dulcis in fundo (lo sabroso está al final). La jornada de hoy ha sido el culmen festivo de una gira impresionante de Don Bosco por Centro América.

Don Bosco visitó la misión salesiana de Carchá, en Alta Verapaz. Las condiciones eran las menos indicadas para una concentración masiva. Durante toda la noche anterior un aguacero despiadado y pertinaz desaconsejaba cualquier desplazamiento humano. La lluvia siguió igual de intensa hasta el mediodía.

Pero la población de Carchá, ladinos e indígenas por igual, no se acobardan por las lluvias, que son un elemento más de su hermoso paisaje montañoso vestido siempre de verde intenso.



¿Cuántas personas acudieron a la ciudad para encontrarse con Don Bosco? Fueron miles. Llegaron en microbuses y camiones desde comunidades distantes hasta cinco horas. Y permanecieron imperturbables bajo la lluvia fría hasta que llegó la urna.

Era ya largo el cortejo de vehículos que venía acompañando a la urna desde Guatemala capital, de donde salió a las tres de la madrugada. En la vecina ciudad de Cobán se agregaron muchos más.

Niños indígenas ataviados con trajes para danzas ancestrales. A Don Bosco lo esperaban en Talita Kumi, centro de promoción de la mujer indígena, animado por la comunidad religiosa indígena de las Hermanas de la Resurrección. Allí se habían congregado centenares de niños, niñas y jóvenes indígenas ataviados con coloridos trajes típicos. Masas de jóvenes danzaban acompasadas al ritmo de melodías locales.

Posteriormente la urna sería llevada en procesión en una carroza alta que permitía que Don Bosco fuera visto y vitoreado por la población que se agolpaba a ambos lados de la calle. Otra multitud lo seguía fielmente bajo el implacable aguacero. Fue un recorrido exigente hasta llegar al Centro Don Bosco, en las afueras de San Pedro Carchá. El Centro Don Bosco es cabeza de un impresionante proyecto de educación de los jóvenes indígenas.

Desde el día anterior el Centro Don Bosco se había poblado de más de un millar de jóvenes que esperaban al Santo de los salesianos. Al llegar la urna a la explanada donde se celebraría la misa, parte de la numerosa concurrencia debió asistir a la ceremonia religiosa desde las colinas cercanas, pues la explanada estaba literalmente abarrotada.

Mons. Rodolfo Valenzuela, obispo de la diócesis y exalumno salesiano, presidió la eucaristía. Lo acompañaban los obispos Oscar Vian y Mario Fiandri, ambos salesianos. Numerosos sacerdotes participaban en la eucaristía.

A media tarde Don Bosco fue llevado al frente de la iglesia parroquial. La extensa y poblada parroquia de Carchá está confiada a los salesianos desde hace 75 años. La visita de Don Bosco fue la ocasión para celebrar este significativo aniversario. En el atrio se había congregado otra multitud ávida de un encuentro cercano con el Santo de los jóvenes. Para entonces la lluvia había amainado bastante.

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