En el pequeño mundo salesiano de Centro América, la obra misionera de Carchá, al norte de Guatemala, es percibida más como la acción pastoral de un puñado de sacerdotes que asisten pastoralmente a más de trescientas comunidades de la etnia qeqchí.
Es menos conocida la dimensión educativa que los salesianos de Carchá impulsan en ese municipio y otros cercanos. La atención por la educación salesiana de los jóvenes no es nueva. La novedad es el desarrollo cualitativo y cuantitativo que ese renglón misionero ha ido cobrando.
El grueso de la dimensión educativa está en manos de dos sacerdotes y sus respectivas obras educativas: el padre Antonio de Groot, australiano, y su congregación religiosa Misioneros de Cristo Buen Pastor, y el padre Jorge Puthenpura, de la India, y su congregación religiosa Hermanas de la Resurrección.
En escala menor funciona el Colegio Don Bosco, integrado a la planta edilicia de la iglesia parroquial situada en la ciudad de San Pedro Carchá. Debido a la estrechez de los espacios disponibles apenas puede albergar a 500 alumnos y alumnas de primaria y nivel básico.
Los Misioneros de Cristo Buen Pastor llevan adelante tres centros educativo bajo la única denominación de Centros Don Bosco. El centro pionero se encuentra a poca distancia de la ciudad de Carchá. Otro se ubica a las afueras la ciudad de San Juan Chamelco, y el tercero en Raxruhá, a cien kilómetros de Carchá. En total, los tres centros ofrecen educación básica y bachillerato a 2048 jóvenes varones indígenas en régimen de internado.
Talita Kumi (“Jovencita, levántate”), es el proyecto educativo de las Hermanas de la Resurrección. La obra pionera se encuentra a tres kilómetros de la ciudad de Carchá. Atiende a 1054 jovencitas de varias etnias indígenas.
El proyecto Talita Kumi ha abierto otros tres centros educativos en poblados distantes: Zona Reyna (Quiché): 225 alumnos; Carolina (Chisec): 265 alumnas; El Estor (Izabal): 399 alumnos.
Talita Kumi ha dado hace pocos años un paso audaz fundando en Carchá una extensión de la Universidad Mesoamericana, salesiana. En tan poco tiempo su matrícula actual asciende a 725 estudiantes distribuidos en varias carreras educativas o de promoción social. De este modo el proyecto Talita Kumi cobija en conjunto este año a 2664 estudiantes, la gran mayoría indígenas.
Es así como el carisma educativo de Don Bosco echa raíces profundas y prometedoras en el campo misionero salesiano de Carchá.