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Hoy se pretende que la realidad debe someterse a mi idea. Mi pensamiento individual es el origen de todo. Mi pensamiento es la ley.Algunos asistimos con extrañeza a la proliferación actual de nuevos ‘derechos’ tales como contracepción, aborto, divorcio, pornografía, eutanasia, ‘matrimonios’ del mismo sexo, fecundación in vitro, etc.

El ser humano ha sido creado a imagen y semejanza de Dios, en vistas de incorporarse a Cristo y ser hijo de Dios. En el fondo de muchas de las extrañezas que los cristianos (y especialmente los católicos) descubrimos en las nuevas ideas sobre ideología de género, feminismo radical, nuevos derechos humanos, transhumanismo y nuevo orden mundial, yace una concepción de la persona y del ser humano completamente distinta a la que estamos acostumbrados en la cultura Occidental proveniente del judeo-cristianismo.

¿por qué ser bueno cuando ello no redunda en mi propio interés material? ¿Por qué actuar moralmente cuando ello exige sacrificios, quizás incluso el sacrificio de la propia vida? Se ha intentado desde el s. XVII una moral laica: un orden moral que se apoya no sobre la voluntad divina, sino exclusivamente sobre la razón humana. Como si Dios no existiera.

Hablar de que la Santísima Trinidad habita en nosotros es lo mismo que hablar de nuestra filiación divina. El fin de esta unión vivificante es transformarnos en la imagen del Hijo y conducirnos al Padre. / Fotografía: CathopicJn 14,23: “Si alguno me ama, guardará mi palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él y haremos morada en él”.
Jn 6,56: “El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él”.
San Pablo llama a los cristianos templos del Espíritu Santo.

El sexo de una persona es Cromosómico y Biológico, no mental ni ideológicoDirector del mayor estudio en la historia sobre el genoma humano. Ex_ateo, y ahora católico. En medio de esta gran confusión masiva, hablemos con la verdad y defendamos la familia.

Solo cuando sabemos que venimos del Amor y volvemos a Él, superando el sufrimiento y la muerte, podemos dar lo mejor de nosotros mismos con desinterés y alegría. / Fotografía: Cathopic - Diego Zamudio Hoy en día se pretende en nuestra sociedad introducir un ‘laicismo’ absoluto que va más allá de lo que podría legitimar una ‘sana laicidad’. Laicidad significa aconfesionalidad del Estado en una sociedad como la de hoy, que tiene que ser plural desde el punto de vista religioso.