Blog El Padre Luis dice

No hay nada más pastoral que la verdad, enseñada con amor y misericordia. / Fotografía Cathopic - Argenis José González La Iglesia tiene como misión predicar la verdad: Id pues y enseñad a todas las gentes (cf. Mt 18,29). Si este encargo del mismo Cristo no se cumple, no tiene sentido la Iglesia. Proclamemos la verdad, enseñemos la verdad, disfrutemos de la verdad, no luchemos contra la verdad.

El bautismo en la Iglesia  católica. Lo que sucedió a Jesús cuando fue bautizado por Juan, nos ayuda a entender nuestro propio bautismo. Dice el bautista en Mc 1,9-11: “Al salir Jesús del agua, vio que los cielos se rasgaban y que el Espíritu, en figura de paloma, descendía sobre él. Se oyó entonces una voz del cielo que decía: ‘tú eres mi Hijo amado’”. Algunos de estos elementos los encontramos en nuestro bautismo: agua, presencia de la Trinidad, cielos se nos abren, desciende el Espíritu Santo, somos hechos hijos de Dios.

Todas las revoluciones prometen el paraíso en la tierra y la liberación de las cadenas. /Cathopic/ Luis Ángel Espinosa.Es frecuente escuchar de boca de líderes políticos de muchas naciones, invocar el nombre de Dios. Lo harán con más o menos sinceridad o hipocresía, pero no les da vergüenza invocar a Dios en público. Por el contrario, en España hace muchos años que era políticamente incorrecto que un líder político pronunciara en público el nombre el Dios en un discurso. La llamada ‘ley del péndulo’, o sea la tendencia humana de ir de un extremo al otro sin nunca detenerse en el sabio punto medio, había logrado en aquella que una vez era la catoliquísima España, llegara a pensar que para ser ‘progresista’ había que ser ateo o agnóstico. Mencionar a Dios en público te convertía socialmente en un retrógrado.

‘Yo Soy’ / Foto Cathopic / gvietoEn Jn 8,1-11 Jesús dice “Cuando hayan levantado al Hijo del hombre, entonces conocerán que ‘Yo Soy’. Recordemos que Yahveh significa precisamente ‘yo soy’. Es una forma indirecta de revelar su identidad divina. Esta frase está relacionada con el pasaje del libro de los Números 21,4-9 donde se narra que Moisés hizo una serpiente de bronce y la levantó en un palo; y si alguno era mordido y miraba a la serpiente de bronce, quedaba curado.

El encuentro personal con Cristo vivo conduce a la conversión permanente. / Fotografía Cathopic - Gonzalo GutiérrezLos Evangelios relatan numerosos encuentros de Jesús con hombres y mujeres de su tiempo. Una característica de estos episodios es la fuerza transformadora que tienen ya que abren un auténtico proceso de conversión, comunión y solidaridad.

Se sentía como un cuadrado en el cuerpo de un triángulo. Por eso querían pasar a ser cuadrados.Un triángulo apoyado por un grupo de sus iguales manifestó su voluntad de dejar de ser triángulo y pasar a ser cuadrado. El y sus compañeros se sentían incómodos como triángulo. Se sentía como un cuadrado en el cuerpo de un triángulo. Por eso querían pasar a ser cuadrados.