Blog El Padre Luis dice

El principio ético fundamental, del cual derivan todos los demás principios éticos, es el respeto a la dignidad de la persona humana.El fundamento de la alta dignidad del ser humano surge de haber sido creado a imagen y semejanza de Dios: “Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra” (Gn 1,26).

¿Estás viviendo realmente o eres un muerto en vida? El filósofo J. F. Sellés habla de un tema tan serio como la muerte, sin dejar de utilizar el humor. Es un razonamiento puramente filosófico que, por lo tanto, no toma en cuenta las enseñanzas bíblicas. Resulta curioso. A continuación, resumo su pensamiento.

¿Cómo podemos esperar que Dios nos dé su bendición y su protección si le decimos: ‘Déjanos en paz’? A la hija de Billy Graham, entrevistada por la TV, Jane Clayton le ha preguntado a propósito de la tragedia de las Torres Gemelas: - “¿Cómo ha podido permitir Dios que sucediese una desgracia semejante?”

las parejas que solo unidas de hecho eran menos estables que las casadas. Pasados los primeros años, estas parejas perdían la perspectiva del largo plazo. Lisa Brenninkmeyer se refiere a una historia real. Una pareja que cohabitaba sin casarse le pidió a un cura (medio en broma, medio en serio), que diera una bendición a su unión de hecho (cosa que no es lícita). Pero, para sorpresa de la pareja, el cura accedió y animó a los novios a invitar a toda su familia y amigos a esa bendición especial.

Lo que fundamenta la urgencia de evangelizar es que todos lleven una vida feliz ya en la tierra, conscientes de su altísima dignidad como imágenes de Dios. / Fotografía: Carlos Daniel-CathopicLa Iglesia es misionera “porque Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad” (1Tm 2,4).

Courage es un apostolado católico para personas que experimentan atracciones hacia el mismo sexo y para sus seres queridos./ Fotografía: Facebook Courage Internacional.“Un número apreciable de hombre y mujeres presentan tendencias homosexuales profundamente arraigadas. Esta inclinación, objetivamente desordenada, constituye para la mayoría de ellos una auténtica prueba. Deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta. Estas personas están llamadas a realizar la voluntad de Dios en su vida, y, si son cristianas, a unir al sacrificio de la cruz del Señor las dificultades que pueden encontrar a causa de su condición” (Catecismo 2358).