sepulcro ¿Por qué dirá San Lucas que los Apóstoles 'no acababan de creer por la alegría'?

Tal vez la resurrección de Cristo les parecía algo demasiado hermoso para ser cierto.

¡Tantos nos han ilusionado con promesas y nos han engañado, que nos hemos hecho desconfiados con las cosas que parecen buenas! Nos hemos hecho negativos, pesimistas y escépticos.

Ya no creemos en nada. No existe el bien, ni la bondad. Estamos en un mundo malo y no hay esperanza. No creemos que todo esto pueda mejorar. De modo que cada quién vea por sí mismo: ¡Sálvese el que pueda!

En definitiva me encuentro solo y debo luchar solo para sobrevivir. Todos buscan aprovecharse de todos. Tengo que ponerme vivo. El mundo es de los ‘vivos’. No me fío de nadie.

¿Y ahora viene Jesús a decirme que ha resucitado de entre los muertos y que todo se hace nuevo? Lo siento, pero no puedo creerlo. Es demasiado hermoso para que sea cierto.

Pero, ¿y si es cierto? ¿Y si realmente Dios existe? ¿Y si de veras existe el bien, la bondad, el amor, la verdad, la justicia, el perdón, la felicidad? ¿Y si es cierto lo que dice la Biblia, que "tanto amó Dios al mundo que envió a su Hijo único para que todo el que cree en él no perezca sino que tenga vida eterna" (Jn 3,15)? ¿Y si realmente Jesús es Dios hecho hombre y pagó por nuestros pecados, venció a la muerte, y derrotó al Maligno que nos tenía dominados? ¿Y si es cierto que aquél Jesús que vimos morir en la cruz ha resucitado y está realmente vivo?

Pero no. No es posible. Es demasiado hermoso para que pueda ser cierto. Esas cosas no suceden. Alguien nos quiere engañar. Debe haber algún truco.

Pero... ¿acaso aquel humilde carpintero de Nazaret parece un mentiroso? Nosotros fuimos testigos de su compasión por los pobres y enfermos; escuchamos enseñanzas completamente inauditas por su novedad y frescura. ¿Y si son verdaderas todas sus palabras sobre el amor de Dios y el amor al prójimo?

Porque, si Cristo ha resucitado, significa que el bien ha vencido al mal, la vida ha vencido a la muerte. Entonces vale la pena ser honesto porque los buenos serán recompensados. Significa que existe la justicia.

Pero... ¿cómo sé que no me voy a llevar una nueva decepción?

"Y Él les dijo ¿por qué surgen dudas en vuestro interior? Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona. Palpadme y daos cuenta de que un fantasma no tiene carne y huesos, como veis que yo tengo… ¿Tenéis ahí algo de comer? Él lo tomó y comió delante de ellos” (Lc 24,38-43).

Todo esto termina suscitando nuestra fe; nuestra adhesión total a la persona de Jesús. Está bien que desconfiemos de todo. Pero no de Jesús. Sólo Él tiene palabras de vida eterna.

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